Desvelo
- www.mermiro.com
- 24 ene 2018
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Hace unos días, me desperté muuuuuy temprano. Algo inusual en mi, aunque sé de sus beneficios. Cuando logro hacerlo, me doy cuenta de que es una de las mejores decisiones. Despertar antes del amanecer, disfrutar del silencio del comienzo de día y si tenés suerte, ver salir el sol.
El jueves pasado, me sucedió de imprevisto. Me desvelé. Y en cambio de seguir a mis pensamientos que me proponían sentirme horrible por no poder seguir durmiendo, me calzé las zapas de trekking (que muy pocas veces uso a tal fin) y me fui a caminar por la rambla miramarense.
Encaré hacia el vivero (ya lo conocés? es un lugar precioso!). Tuve que indefectiblemente pasar por frente a los boliches de la costa. Muchachos y muchachas se están divirtiendo... a un ritmo loco realmente. Muy en otra frecuencia diríamos. Yo, con mis cuarenta, ya no consigo comprender la borrachera de las cinco cuarenta y dos de la mañana. Yo, estaba recién despierta!
Seguí camino unas cuadras más y ahí si, me regalaron estas vistas del paraíso en la tierra (que aparentemente está al lado de los borrachos de la noche anterior). Esas bellas paradojas de la vida.













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